Emeterio Lombilla Portilla, “Terio”,  nació en Jaín, San Felices de Buelna (Cantabria), el día 21 de marzo de 1954.  Tras cursar sus primeros estudios en  el colegio de la Divina Pastora de San Felices de Buelna y concluir su etapa formativa en la escuela de La Salle de Los Corrales de Buelna, trabajó como operario metalúrgico para pasar después a trabajar como monitor-cuidador de personas adultas con discapacidad física y psíquica en una residencia sita en Las Caldas de Besaya. Es en este último lugar donde experimentaría un punto de inflexión en su vida y se abriría paso dentro de él otro mundo donde la ternura, la humildad y el trato humano hacia las personas más vulnerables fortalecieron su fe y el cariño que sentía hacia los demás. Un corazón entregado al prójimo que late en el alma de su obra.

Habiendo cultivado desde su juventud la pintura al óleo, no sería hasta una etapa tardía de su vida, pasados los 55 años,  cuando comenzó a  interesarse de forma autodidacta por la escultura de madera, expresión artística que siempre le había atraído y  por la que sería finalmente reconocido, lo cual le llevó a convertir el pequeño garaje de su casa en un improvisado taller artesano.

Pero, no sería hasta el año 2021 cuando se iba a producir un hecho que iba a trastocar la apacible vida de este hasta entonces anónimo artesano y de todo un municipio. Observando que tras la pandemia cada vez era mayor el número de personas y de familias que se acercaban al monte Tejas con el propósito recorrer y disfrutar de un paraje  natural único entre hayedos, robledales, tejos, abedules y fresnos, tuvo nuestro autor la inocente idea de esconder una obra suya, un trastolillo,  en un rincón del bosque, con la finalidad de que su búsqueda sirviese para distraer, alegrar y hacer olvidar al visitante todo aquel drama que habíamos pasado tan recientemente.

Poco podía imaginar nuestro autor el enorme revuelo que iban a producir los cientos de “selfies” y fotografías que, inmortalizando el descubrimiento del nuevo inquilino hallado en el monte Tejas, comenzaron a circular a través de las redes sociales, así como la oleada de peticiones y mensajes solicitando se aumentase el número de “seres mágicos” del bosque. Alentado por el inusitado interés suscitado y sin mayor pretensión que colmar la desbordante ilusión generada en jóvenes y adultos, iniciaría nuestro artista local toda una frenética labor creadora, en la que tirando de motosierra y a golpes de formón y gubia no tardaría en convertir los troncos de árboles muertos, en los redivivos y enigmáticos personajes que forman parte de la ruta mitológica del monte Tejas.

No siendo ajeno el ayuntamiento de San Felices de Buelna al enorme interés turístico y cultural que la obra de Terio Lombilla comenzaba a generar en la región, no tardó en prestarle todo su apoyo, involucrando en dicha tarea a la propia Consejería de Turismo del Gobierno de Cantabria quien sufragaría en el año 2022 el proyecto de acondicionamiento y señalización de la ruta mitológica mediante la colocación de paneles informativos y descriptivos de los personajes.

El “Parque de la Mitología y las Costumbres Terio Lombilla”, nombre oficial con que se denomina en honor y reconocimiento a su autor, es en la actualidad una de las rutas o sendas culturales más conocidas de España y una de las más visitadas de Cantabria. El conjunto escultórico está compuesto por un total de 70 figuras de madera que incluyen en su temática seres de la mitología de Cantabria, como el Musgoso, el Pecu, la Anjana, el Trasgu, el Hombre Pez, el Ojáncano o el Arquetu, junto con otros personajes sacados de la escena costumbrista cántabra, como la viejuca con el cuévano, el viejuco picando el dalle o el rabelista, así como animales autóctonos y salvajes representativos de nuestro hábitat, como la vaca Tudanca, el jabalí o los lobos.

Galería Fotográfica