Hay personas que trascienden a su tiempo, que envían un mensaje desde el pasado para que su recuerdo no se apague. Y las hay que recogen esas señales para perpetuar su recuerdo. Eso es lo que ha sucedido en San Felices de Buelna, en el colegio de Educación Infantil y Primaria Pero Niño, orgulloso de haber puesto el nombre de una mujer nacida en Mata, Matilde González-Serna Verdeja, a su gran patio. El mejor sitio posible para una maestra y poeta que entregó su vida a la enseñanza y a la cultura, un homenaje que coincide con el 50 aniversario de su fallecimiento.

El propio patio, convertido en anfiteatro, acogió la formalización de una decisión que adoptaron, democráticamente, alumnos, familias y profesores como colofón al proyecto ‘Te mereces un patio’. Los bancos dispuestos en semicírculo estaban llenos de alumnos de todos los cursos; la primera fila destinada a familiares de Matilde, nietos y bisnietos, y autoridades; y el escenario fue para las personas que hicieron los honores.

La primera la directora, Rosana Payno, destacando la figura de su antaño compañera de profesión, tanto como la necesidad de dar más cabida a las mujeres en los callejeros de todo el mundo. De hecho, apuntó que en España solo el 12% de las calles tienen  nombre de mujer.

Recordó que se dieron varias opciones de cara a las votaciones y que Matilde González-Serna fue, con diferencia, la más votada, por delante, como ejemplo, de María Blanchard.

La siguió la primera teniente de alcalde, Marta Ruiz, que en nombre de la Corporación, felicitó a toda la comunidad educativa del Pero Niño «por promover esta iniciativa», resaltando que «no han podido elegir un mejor personaje histórico para dar nombre a este patio». Entre las razones para esa aseveración, destacó su nacimiento en Mata, donde vivió hasta los 18 años, una estancia en la que tuvo mucho «protagonismo» en la vida de San Felices, algo que, apuntó lo atestigua la obra poética de una «artista multidisciplinar»; por su condición de maestra, con todo lo que conlleva ese trabajo; y por «rescatar del olvido de nuestra historia reciente a una ilustre sanfeliceña, desconocida hasta hoy para muchos de nosotros y que destacó, no solo como docente, sino también como escritora y como agitadora cultural».

Para terminar, agradeció la presencia de los familiares de González-Serna, «que, haciendo un gran esfuerzo y dejando a un lado sus obligaciones cotidianas, se han desplazado hasta nuestro municipio para participar con nosotros en este homenaje».

Allí estuvo también Pablo Diestro, como alcalde de Reocín, agradecido por la invitación de un acto que reconoce la figura de una mujer ligada a una localidad que ha colaborado en la difusión de su obra a través de distintas publicaciones. No en vano, la homenajeada residió junto a su familia la mayor parte de su vida en esa localidad, donde desarrolló principalmente su tarea docente y su aclamada actividad artística. Aprovechó su intervención para resaltar que, ese acto, dijo, «no deja de ser un hermanamiento entre los dos municipios».

En la familia se mostraron agradecidos, orgullosos y emocionados, por ese reconocimiento a la memoria de una mujer insigne adelantada a su tiempo, por las publicaciones de su obra, que se distribuyen con gran éxito, y las palabras de los intervinientes, reseñando una vida plena que devuelve a Matilde a su lugar de nacimiento y a su escuela.